La Vuelta a España que Perico Delgado robó a Robert Millar

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Perico Delgado

«Los españoles han destruido su propia carrera.»

(Robert Millar, 11 de mayo de 1985)

Robert Millar (Glasgow, 13 de Septiembre de 1958) estaba a punto de convertirse en el primer ciclista de habla inglesa en ganar una de las tres grandes vueltas. Lo tenía todo de cara.

Durante los años de la dictadura y hasta finales de los 70, la Vuelta a España era un evento que agonizaba.

El interés del público era prácticamente nulo, en gran parte debido a que los corredores extranjeros se hacían con todas las etapas, casi sin excepción.

No había un héroe local capaz de atraer las masas de espectadores durmientes hasta entonces.

A principios de los 80 empiezan a emerger algunos corredores españoles muy prometedores como Marino Lejaretta o Ángel Arroyo que ganaría la edición de 1982 pero más tarde fue desposeído del título por dar positivo en un control antidopaje.

En 1985 la Vuelta a España tenía todavía un aire muy rústico que nos alejaban de otras grandes vueltas pero empezaba a crecer y a dar signos de querer convertirse en una grande del calendario ciclista internacional.

Perico Delgado Vuelta a España

(Cartel de la Vuelta a España 1985)

Un joven corredor de Segovia llamado Pedro Delgado se atrevía a desafiar lo establecido y parecía ser un verdadero talento con su estilo atrevido, agresivo y un aspecto más digno de un futbolista mediático que el de un sufrido ciclista.

Delgado acababa además de firmar el contrato más lucrativo de la historia del ciclismo español con el equipo Orbea-Seat.

Por aquella época el ciclismo no tenía el tirón mediático que tiene ahora como demuestra el acuerdo al que llegaron la organización de la Vuelta a España y Televisión Española. La Vuelta pagaría a la cadena de televisión para que retransmitirá el evento en vez de ser al revés como ocurre hoy en día.

Televisión Española dejó claro que en años venideros se podría revisar este acuerdo sí la cuota de pantalla o audiencia era buena, por lo que sería muy interesante para la organización de la Vuelta que hubiera un campeón español.

La Vuelta a España era un evento diferente al Giro de Italia y el Tour de Francia. No podíamos competir con ellas ni por experiencia ni organización.

El escritor Richard Moore, achaca a esta «falta de preparación» el incidente ocurrido en la edición de 1985 durante la cuarta etapa, cuando un perro, que saltó de un balcón, se cruzó delante del pelotón en pleno sprint creando un serio accidente.

Varios corredores resultaron heridos, pero la peor parte fue para el belga Ludo Loos que fue trasladado al hospital con una hemorragia cerebral que le dejaría paralizada la parte izquierda de su cuerpo.

Tampoco salió nada bien parado el español Jaime Salva que se fracturó la cabeza.

Perico Delgado Ludo Loos

(Ludo Loos)

Según Richard Moore:

«Esto podría haber pasado en cualquier gran vuelta pero de algún modo era más probable que se diera en la Vuelta a España que en cualquier otra»

Salvo este desafortunado accidente, no hay mucho más que destacar durante la primera semana de carrera excepto que un jovencísimo Miguel Induráin con tan solo 20 años se convirtió en el corredor más joven de la historia de la Vuelta en llevar el maillot amarillo de líder (sí, por aquel entonces era amarillo y no rojo como ahora).

Robert Millar se muestra en plena forma y al llegar a los Pirineos, su escenario preferido durante toda su carrera deportiva, se hace con el maillot amarillo.

A falta de tan solo 2 etapas, su renta es de 10 segundos respecto al colombiano Pacho Rodríguez (Zor) y 1 minuto 15 segundos a Peio Ruiz Cabestany (Orbea) que es tercero en la general.

  1. Robert Millar (Escocia) (Peugeot)
  2. Pacho Rodriguez (Colombia): +10 seg (Zor)
  3. Peio Ruiz Cabestany (España): +1:15 min (Orbea)
  4. Julián Gorospe (España): +5:13 min (Reynolds)
  5. Raimund Dietzen (Alemania): +6:00 min (Teka)
  6. Perico Delgado (España): +6:13 min (Orbea)

Todo parecía indicar que el escocés del equipo Peugeot se establecería por fin en la élite con su primera victoria en una gran vuelta.

El sábado 11 de mayo es la penúltima etapa, 200 km desde Alcalá a Segovia pasando por los altos de la Morcuera, Cotos y Leones, nada que debiera preocupar a Millar que se había mostrado como el escalador más fuerte de toda esta edición.

Esta Vuelta a España es sin lugar a dudas más dura que el propio Tour de Francia.
(Sean Kelly, compañero de Robert Millar en el equipo Peugeot)

Ya comenzada la etapa, en cuanto el pelotón rueda sobre las primeras rampas de la Morcuera, Pacho Rodríguez decide poner a prueba a Millar lanzando un ataque al que el escocés respondió con contundencia.

Primer puerto de los tres solventado sin problemas por Robert Millar.

Pero nada más comenzara a subir Cotos, Millar sufre un pinchazo y se ve obligado a detenerse y cambiar la rueda.

Perico Delgado Vuelta

(Perfil de esta penúltima etapa: Alcalá – Segovia)

No hay motivo para el pánico ya que junto al ciclista escocés ruedan dos de sus compañeros; Pascal Simon y Roman Pensec, que lo llevan de nuevo al grupo de los líderes enlazando a menos de 1 km de coronar Cotos.

Debido al esfuerzo realizado, Simon y Pensec pierden contacto con este grupo de cabeza.

Al ponerse al mando de ese grupo, Millar ve que Rodríguez y Cabestany habían contravenido las leyes no escritas del ciclismo lanzando un ataque mientras él tenía problemas mecánicos así que da otro acelerón y se pone rápidamente a su par incluso antes de coronar.

El maillot amarillo daba la impresión de estar completamente al mando y mucho más fresco que sus rivales.


Aquí es donde comienzan todas las teorías conspiranoicas:

El mal tiempo y la niebla dificultaban enormemente seguir el desarrollo del final de la etapa. La situación de carrera era muy confusa y hasta caótica.

Tras casi tres semanas de Vuelta, el pelotón se desintegró dando lugar a un rosario de corredores y grupos muy reducidos que se confundían en la niebla.

Las referencias eran casi inexistentes y era terriblemente complicado el hacerse una idea de cual era la situación exacta de cada ciclista.

Los coches de equipo atrapados a muchos metros de sus corredores trataban de seguir la etapa con la poca información que recibían por la emisora (la famosa motocicleta RadioVuelta).

El director del equipo Peugeot, Berland, dijo que la poca información que les llegaba era en español y muy difícil de entender.

La situación no mejoró cuando durante esta segunda ascensión del día, la lluvia se hizo más intensa y muchos corredores empezaron a usar chubasqueros, ocultando sus dorsales y en ocasiones era tarea casi imposible el adivinar a que equipo pertenecían.

Poco antes de que Millar contactase con el grupo de cabeza, el español del equipo Kelme, José Recio saltó en fuga y en el descenso de Navacerrada Perico Delgado (Orbea) consiguió enlazar con él. Era un puerto que Perico conocía de memoria ya que entrenaba muy a menudo por esas carreteras segovianas.

Así se forma el dúo que iba en cabeza y hasta entonces no representaban ningún peligro para Millar ya que Delgado se encontraba a 6:13 min en la general.


¿Cuál era el problema entonces?

Que Robert Millar no tenía ni idea de que Recio y Delgado habían saltado del grupo.

Se creía dominador absoluto de la situación ya que pensaba que rodaba en cabeza con el primero y el segundo de la general a su lado. Ninguno de los dos parecía dispuesto a atacar.
Faltaban 69 km a meta.

Perico Delgado Pacho Rodriguez

(Pacho Rodríguez)

Una muestra de su total confianza es que en las imágenes de la etapa se aprecia como incluso charla con Rodriguez y Cabestany, algo que para Robert Millar, un corredor tan seco y parco en palabras es tremendamente revelador.

Todavía a día de hoy, no está del todo claro si Perico Delgado atacó en el descenso con Millar ya reincorporado al grupo de cabeza o si lo hizo antes de coronar mientras el líder era remolcado por sus dos compañeros.

El grupo de Millar reduce el ritmo y Simon Pascal y Pensec, estan a punto de enlazar de nuevo con su líder durante el descenso a Cotos pero cuando estaban a menos de un minuto tuvo lugar una de las situaciones más curiosas que se recuerdan en el ciclismo profesional.

Muy inconvenientemente para Peugeot y Robert Millar, pero afortunadamente para los intereses de muchos equipos españoles, Simon, Pascal y su grupo con otros 20 corredores tuvieron que detenerse en un paso a nivel que tenía la barrera bajada.

Esperaron allí parados durante lo que seguro les debió parecer una eternidad pero el tren jamás pasó.
Tras dos minutos, las barreras se elevaron de nuevo pero ya era imposible que Millar recibiese la ayuda de sus dos compañeros de equipo.

Mientras tanto, la ventaja de Recio y Delgado iba creciendo respecto a un Robert Millar que ignoraba por completo que había otros dos corredores delante de él.

Perico Delgado Recio

(Perico Delgado y José Recio se entendieron a la perfección)

Ninguno de los ciclistas que iban con Millar le dijo nada sobre el dúo de cabeza. Claro que no tenían ninguna obligación de hacerlo.

Empezando a subir Leones, la ventaja era de 2 minutos y 56 segundos respecto al líder.
La gente se agolpaba como nunca antes se había visto en la Vuelta a España, animando a un Perico Delgado que volaba además hacia su Segovia natal.

Al coronar Leones, la diferencia había aumentado hasta los 3 minutos y 15 segundos.

Perico ya había recortado a la mitad su déficit en la clasificación general y todavía quedaban 43 kilómetros a meta pero lo más importante era que Robert Millar seguía sin saber que había alguien escapado.

Las referencias de la organización eran inexistentes, era una sola moto la que estaba al cargo de pasar información a los ciclistas pero esta no aparecía por ningún lado.

El director deportivo del equipo Peugeot, Berland, o bien era incapaz de llegar hasta donde estaba Millar o también desconocía la situación.

Se puede ver en las imágenes como en la cima de Leones (43kms a meta), Cabestany, tercero en el general, se coloca al lado de Millar y le da la mano diciendo «La carrera es tuya«.

A lo que el escocés respondería halagado con un… «It wasn’t to be. I’m sorry, you tried but it wasn’t to be«.

Muchas críticas le han llovida a lo largo de los años a Cabestany por este gesto ya que él sí que tuvo que ver partir a Perico y se podía imaginar lo que pasaría si Millar seguía sin conocer la situación real de carrera.

Hay que decir a favor de Cabestany que cuando Perico atacó a 69 kms de meta, estaba a unos largos seis minutos y medio y no se podía considerar como alguien que optase al liderazgo de esa Vuelta a España.

Por fin, a falta de 26 kms para la meta, el bueno de Robert Millar descubre todo el pastel cuando su director Berland acerca el coche de equipo y le pone al tanto de la situación: Perico Delgado va por delante con casi 4 minutos de ventaja.

Todavía hay tiempo para la reacción por parte del escocés.

Pero justo en este momento se da otro de esas incógnitas que nunca llegaremos a esclarecer totalmente y es que en los próximos 3 kms, Recio y Delgado aumentan casi otro minuto su ventaja hasta los 4 minutos y 54 segundos.

Ahora ya saltan todas las alarmas en Glasgow y para desgracia de Millar, sus compañeros Simon y Pensec siguen sin aparecer por detrás.


Robert Millar tiene que tomar cartas en el asunto:

Perico Delgado Robert Millar

Robert analiza a sus compañeros de grupo.

Son siete españoles, un holandés del equipo Panasonic (Gerard Veldscholten), un francés del Skil (Eric Guyot) que en un primer momento empiezan a trabajar con Millar al frente del grupo y el colombiano Rodriguez (2° en la general a tan solo 10 segundos del primer puesto).

Millar habla con Rodriguez para hacerle entender que su segundo puesto está en serio peligro pero la respuesta de éste le deja de piedra.

Rodriguez prefiere perder el segundo puesto si así consigue que Delgado gane la Vuelta.

Mucho se ha especulado de si el equipo de Rodriguez (el español Zor) le dio la orden de dejar escapar el segundo escalón del podium debido a que habían hecho un trato con el equipo de Perico.

Los problemas de Robert Millar no hacen más que agravarse cuando en primera instancia Guyot y poco más tarde Veldscholten dejan de colaborar en la persecución dejándose caer hacia el final del grupo.

Aquí es cuando el líder se ve atrapado en lo que se conoce como una «Trampa 22«, una decisión con dos posibles salidas… igualmente malas:

  • Puede iniciar una persecución sin cuartel para limitar las pérdidas con Delgado. Nadie le va a ayudar y es muy probable que en los últimos kilómetros, cuando se encuentre totalmente agotado, Rodriguez salte del grupo para recuperar esos escasos 10 segundos que les separan en la general.
  • O puede guardar fuerzas y no desgastarse en demasía esperando los ataques de Rodriguez al final. Aunque eso le puede hacer perder la Vuelta con Perico.

Decide ponerse a tirar pero guardando algo de energía para lo que pueda hacer Rodriguez llegando a Segovia.

Faltan 17 kilómetros y Perico Delgado sigue con Recio a ya 5 minutos y 12 segundos. Le aleja poco más de un minuto del maillot amarillo de líder.

El pobre Robert Millar va tirando del grupo a la vez que sufre los ataques de sus compañeros de fuga que se van turnando para atacarle y volver a ponerse a su rueda en cuanto éste los atrapa.

Perico Delgado Robert Millar

En Segovia, Recio gana la etapa aunque se dice que Delgado apenas le disputó el sprint final, cediéndosela como gratitud por colaborar en la fuga

Hace poco Pedro Delgado estuvo a disposición de todo aquel que quisiera enviarle cualquier pregunta a través de la web del diario El Mundo. Aproveché para preguntarle sobre este sprint final en Segovia:

«No hubo pacto pero Pepe era más rápido que yo y era el máximo favorito. De cualquier manera, con lo bien que colaboramos y con la recompensa de poder ganar la Vuelta a España, esprinté para arañar o ganar algún segundo más a los rivales»

(Perico Delgado, durante una entrevista en 2019)

Con pacto o sin él, todo el mundo en la línea de meta mira al reloj.

Al cabo de seis minutos la gente empieza a creérselo mientras entonan valientemente «Perico, Perico…» justo en el momento en que Robert Millar toma la última curva y entra en la recta final de unos 400 metros.

En los escasos 30 segundos que le costó recorrerlos perdió la Vuelta a España de 1985.

El hasta entonces maillot amarillo cruza la meta todavía ajeno a la desgracia. En cuanto le dicen que ha perdido 6 minutos y 50 segundos lanza una maldición al cielo Segoviano, se desabrocha los calapies y sale en fuga hacia su coche de equipo.

Sus únicas palabras fueron pocas pero significativas:

«Todos y cada uno de ellos estaban en mi contra»

Una vez dentro, pone la cabeza entre sus manos y se entierra en sollozos.

Berland, su director fue más descriptivo cuando dijo lo siguiente:

¡Están podridos! Todo el pelotón estaba en nuestra contra. Parece ser que un español debe ganar esta carrera a cualquier precio.

No ayudó tampoco el que Perico Delgado se deshiciese en elogios hacia todos los equipos españoles (supuestamente rivales) por la ayuda prestada, en especial a Javier Minguez, el director del equipo Zor que privó a Rodriguez de un segundo puesto para hacer posible la victoria de un ciclista español.

Perico Delgado Millar

Perico aseguró que no atacó con la esperanza de ganar la general sino que su idea era poner a Millar a prueba y de paso ver si podía ayudar a su buen amigo y compañero de equipo Cabestany.

En cuanto Recio y él construyeron una ventaja de 3 minutos, empezó a pensar que quizás podría ganar la etapa pero no fue hasta unos escasos 3 kilómetros para el final cuando el director del equipo de Recio le gritó desde el coche que si conseguían unos segundos más podría hasta ganar la Vuelta.

Fue entonces cuando Delgado preguntó a cuanto estaba en la general de Millar ya que afirma que hasta ese momento no tenía ni idea.

Javier Minguez, por otra parte jamás ocultó su ayuda a Perico Delgado y en una entrevista a medios colombianos dijo lo siguiente:

«Pacho Rodriguez estaba destinado al segundo puesto y Robert Millar a la victoria. Cualquier cosa es preferible que entregarle la victoria a Millar… me dolió mucho el frenar a Pacho en los últimos kilómetros pero era necesario para alejar a Millar del panteón de los campeones.

Ha ganado Perico, que es de otro equipo, pero para mí es como si fuera del Kelme, porque es español. Ha ganado un español y yo le he ayudado

No tengan ninguna duda, yo fui el artífice de la victoria de Delgado y no lamento mi decisión»

La última etapa de esta Vuelta a España 1985 consistió en 175 km totalmente llanos que terminaron con el clásico sprint masivo y un auténtico baño de masas para el líder Perico Delgado.

No hay honor en que un ciclista sea el vencedor simplemente porque todo el mundo quiere que gane.

(Robert Millar, 11 de mayo de 1985)

Perico Delgado Vuelta

Ríos de tinta han corrido tratando de esclarecer lo que pasó en esos últimos 69 km de la penúltima etapa, con especial atención a tres puntos en concreto:

1.- ¿Qué habría pasado si Pascal Simon y Pensec no se viesen obligados a detenerse en ese paso a nivel para ver pasar el tren fantasma?

Los últimos 27 km de la etapa era un falso llano en los que esos dos corredores habrían podido marcar la diferencia para Millar.

2.- ¿Cómo y cuándo se organizaron los pactos entre el equipo de Delgado y los demás equipos españoles?

Es de sobra conocido que existen y siempre han existido este tipo de acuerdos en el pelotón ciclista.

Podemos encontrar incluso algún caso extremo como el del equipo holandés Panasonic (que tenía a Veldscholten en el grupo de Millar) cuya costumbre era la de participar en las persecuciones y meterse en asuntos ajenos solamente para provocar que otros equipos les pagasen para que dejasen de trabajar.

Perico Delgado Panasonic 1986

(Equipo Panasonic al comienzo de 1986)

Curiosamente, Veldscholten dejó de ayudar a Millar cuando el coche del equipo Orbea-Seat de Delgado se acercó a hablar con su director.

Por otra parte, la alianza de todos los corredores españoles no se puede reprochar en demasía.

Cuando Millar necesitó su ayuda, ellos se vieron obligados a elegir entre trabajar duramente para dar caza a Perico o no hacer nada y disfrutar del paseo.

Si no tienen ningún tipo de motivación, ya sea táctica o económica, estaba claro que no se iban a dejar el alma persiguiendo a Delgado.

Y aquí es donde estuvo el verdadero problema de Robert Millar. Su director Berland debería haber creado esas alianzas, debería haberse movido (sino antes de la carrera, en cuanto vio que la diferencia de Delgado se disparaba) como hicieron sus rivales para ofrecer algo a cambio de ayuda.

Pero no solamente el crear alianzas acordes al curso de cada carrera sino que un director de equipo debe fomentar las buenas relaciones con otras escuadras en su día a día.

De sobra es conocido el seco y podríamos decir que hasta mal carácter de Robert Millar al que le costaba mantener relaciones cordiales incluso con sus propios compañeros.

Si a esto sumamos que su director Berland estaba enemistado con Luis Ocaña, director del equipo Fagor, nos salen episodios como el vivido unos días antes en esa misma edición de la Vuelta a España, etapa 16° que relato a continuación:

La noche anterior Robert Millar, tras esperar una eternidad a que su equipo fuese atendido en un restaurante, se levantó de muy mal humor, creando un gran revuelo y tuvo que comer lo que encontró en una pastelería camino del hotel.

Al ver que Millar no había cenado en condiciones, el equipo Fagor decidió prepararle una emboscada.

Al día siguiente, ya en carrera, cuando se acercaban al primer avituallamiento, toda la escuadra de Luis Ocaña atacó en bloque llevándose con ellos a Delgado y Cabestany, previamente informados de la jugada.

Este ataque impidió a todos aminorar la marcha para tomar la bolsa de comida y dio comienzo a una frenética persecución que tuvo al equipo de Millar en jaque durante 80 km.

Resulta curioso el imaginar que Berland y Luis Ocaña fueron compañeros como ciclistas en el equipo BIC.

Txomin Perurena, el director del equipo Orbea en el que militaba Perico, también dejó claro la existencia de estas alianzas entre equipos cuando dijo:

«La verdad es que ningún equipo español se atrevió a perseguir a Perico. Tenían miedo a lo que dijeran las radios. Del equipo Panasonic, el único equipo extranjero que podía ayudar a Millar, ya me encargué yo…».

3.- El último factor que ha dado lugar a especulaciones fue el ritmo que alcanzaron Recio y Perico Delgado durante su fuga.

Más de un medio (sobre todo británicos) ha sugerido que los dos escapados recibieron apoyo de las motos de los periodistas y la organización que les acompañaban.

Es cierto que esa Vuelta a España en 1985 fue seguida por gran cantidad de medios y los vehículos en carrera eran muy numerosos pero de ahí a decir que Perico y Recio fueron a rebufo de una de las motos hay mucho por recorrer.

Sean Kelly, ciclista que formaba parte de un grupo de 6 corredores situado entre Millar y Perico, le comentaba sus sospechas al periodista irlandés David Walsh:

«Desde el comiezo de la carrera fue obvio que el despliegue de medios de comunicación era espectacular. Mucho mayor que cualquier otro año.

Esto implica que cualquier corredor que salte del grupo en los km finales tendría una gran ventaja al ir a rebufo.

Cuando Delgado y Recio tenían 1 minuto y 40 segundos de ventaja, quedaban todavía 50 km y yo estaba totalmente seguro de que les daríamos alcance pronto.

Empezamos a trabajar todos en el grupo de forma bien organizada y muy duramente con la idea de disputar la victoria de etapa. ¿Pero qué es lo que ocurrió?

¡Que los dos de delante doblaron su ventaja!

Para nosotros fue algo imposible de entender».

Está documentado que la velocidad de los dos fugados en los últimos km fue de 45 km/h mientras que la del grupo de Millar fue de 41 km/h

Pedro Delgado y Recio

Aunque no lo dijo en su momento, hoy en día Sean Kelly sí que piensa que Recio y Perico fueron a rebufo de alguna motocicleta.

También asegura que las referencias de tiempo erróneas o inexistentes fueron clave en la derrota de su amigo Robert Millar.

«No estoy seguro de si fue de manera deliberada o por accidente pero al principio, cuando atacó Recio y más tarde cuando se fue Delgado en el desceso, las referencias que nos daban estaban equivocadas».

Kelly dijo que cuando faltaban 20 km para meta, Berland, el mánager de Robert Millar, buscó su apoyo pero ya era demasiado tarde y no había nada que hacer.

Cabestany también reconoce que el equipo de Millar le tentó para que ayudase en la persecución pero otras alianzas habían sido formadas unos kilómetros antes y coincide en que ya era demasiado tarde.

Este revés inesperado pasó casi desapercibido en Inglaterra (el ciclismo no era deporte de masas) pero no sentó nada bien en suelo francés, tierra del equipo Peugeot y arremetieron con saña contra los equipos de aquí, contra sus corredores e incluso contra la televisión española.

Pero la gran mayoría de los protagonistas coinciden en una cosa:

La inoperatividad de Berland y su incapacidad para reaccionar estableciendo alianzas durante la carrera.

En este sentido se expresaron Pascal Simon, Yates, Theo de Rooy e incluso el propio Millar que reconoció que ese aspecto formaba parte del trabajo de Berland.

Por su parte, el mismo director afirma que «él había tomado todas las medidas necesarias para que Robert ganase la carrera» pero en última instancia fueron traicionados por terceras personas.

Dos décadas más tardes revelaría el nombre del equipo que le traicionó: Panasonic (Veldscholten).

Aunque es cierto que el bueno de Berland se ha dicho y contradicho en numerosas ocasiones y no se puede fiar uno de sus palabras.

En cierta ocasión llegó a decir que tanto él como Millar conocían en todo momento que Delgado y Recio marchaban por delante pero que fue una decisión táctica el no darles caza y esperar a sus compañeros Pensec y Simon para iniciar una persecución de equipo.

Pues parece que decidieron jugar un poco al poker y perdieron espectacularmente.

El mismo Perico Delgado, en su biografía, afirma que no fue él el que ganó esta vuelta sino que todo el equipo Peugeot la perdió al dejar a Millar totalmente aislado y sin aliados.

El año siguiente Roland Berland abandonaría el equipo Peugeot y el ciclismo profesional para dedicarse a cuidar su granja. Todo el mundo achaca esta salida del deporte por la puerta de atrás al fiasco que fue para él esta Vuelta a España.

Respecto a Millar, decir que desde mi punto de vista se comportó como un caballero y muy inteligentemente tras la derrota.

Siempre fue un personaje que despertaba más antipatías que seguidores, con un carácter muy especial y parco en palabras pero debió de ser una Vuelta terriblemente dura para él.

Pedro Delgado y Robert Millar


Recibió un trato hostil casi desde cualquier frente, los equipos españoles, los medios de información y los espectadores nadie apreciaba sus modales ni sus secas respuestas que rozaban la mala educación en ocasiones.

En la carretera había muchas pancartas que leían: «Españoles valientes, que no gane el pendientes«. (Millar por entonces era de los pocos que llevaban pendiente y pelo largo)

Un síntoma de inteligencia fue cuando un compañero suyo le preguntaba sorprendido si no iba a hacer nada al respecto sobre lo que él consideraba un claro robo, a lo que Millar respondió:

«¿Y qué quieres que haga? Hay que ser muy cuidadoso con estas cosas porque son los mismos tíos con los que voy a correr día tras día durante los próximos 10-12 años.»


Extras:

    • Documental The High Life en Youtube (52min), sobre Robert Millar. Solamente verle hablar ya da una idea de la personalidad especial del británico.
    • Artículo del El Pais conmemorando los 30 años de esta etapa.
    • Otro artículo sobre esta etapa terminada en Segovia. Para la revista Ctxt.
    • El grupo británico The Intercepteurs le dedicó en 2014 una canción a Robert Millar en la que no dejan de preguntar si Millar podría ganar el Tour de Francia.
    • El título de esta entrada fue inspirado por cómo llamaron por aquel entonces los medios británicos a esta edición de la Vuelta: «The Stolen Vuelta»

Si os interesa conocer mejor la vida de Robert Millar os recomiendo este libro: In Search of Robert Millar de Richard Moore, que aunque, en mi opinión, empieza de forma algo lenta, la segunda mitad me enganchó mucho.

Al final se me hizo hasta corto ya que no se limita a repasar todas las carreras en las que ha participado Millar sino que Richard Moore hace un muy buen trabajo descifrando una de las personalidades más enigmáticas que seguro ha existido en el mundo del ciclismo profesional.

No menos enigmático ha sido su retirada ya que cuando dejó la bicicleta desapareció por completo de la vida pública, de ahí el nombre del libro: «En búsqueda de Robert Millar«

Como concluye Richard Moore en su frase final:

«Gracias Robert por vivirlo a tu manera»


Vuelve atrás y revive otras crónicas de carreras

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1 comentario en «La Vuelta a España que Perico Delgado robó a Robert Millar»

  1. Bonita historia, recuerdo aquella etapa cuando era un chaval.
    Pero como se dice arriba, esa etapa la perdió el equipo Peugeot enterito y ellos solos. Se pensaron que tenían la Vuelta en su mano y se les escapó.

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