Por qué me quiero mudar a Portland y trabajar para Chris King.

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Mientras leo el libro de «It’s all about the bike: The Pursuit of happiness on two wheels«, me encuentro con una grata sorpresa.

Una de esas compañías para las que no me importaría trabajar. De las pocas en las que el salario sería lo último que preguntase.

Cierto es que el inconveniente de tenerme que mudar a Portland puede que retrase un poco mis planes de entrar en su plantilla.

Fundada en 1976, la Chris King Precision Components, se dedica a una tarea tan poco espectacular como la de fabricar piezas de dirección, rodamientos y bujes para bicicletas.

Chris King

Actualmente cuenta con 96 empleados en plantilla y se encuentra dentro del minúsculo 1% de fabricantes de Estados Unidos que siguen produciendo completamente en suelo no asiático.

Para entender un poco mejor el importante papel que Chris King ha jugado en el pasado, vamos a remontarnos en la historia hasta 1869 y la primera edición de la Paris-Rouen en 1869 (125 kms).

Entre los participantes de aquella edición inaugural, Mr. James Moore, británico como el té de las cinco de la tarde, había expresado claramente sus intenciones en esta carrera con la dilapidaria frase de:

Si no gano esta carrera, encontrarán mi cadáver en la carretera

Para alegría de sus familiares y amigos, cruzó en primera posición la meta en Rouen y desde entonces siempre se le ha apodado el «Inglés volador» en Francia y el «Francés volador» en Inglaterra.

Cosas de la historia.

Bujes Chris King

(Los pedales iban directamente en el eje delantero)

Su victoria se debió en gran parte a un avance mecánico ya que fue el único participante, y pionero en la historia, que incorporaba rodamientos en las bielas o eje del pedalier que por aquel entonces iba en el eje de la rueda delantera.

Este rudimentario sistema de rodamientos usados en la bicicleta fue patentado ese mismo año, cuando Moore logró convencer a los presos de la cárcel de San Pelagy, cerca de París, para que puliesen a mano las pequeñas esferas que iban dentro de los rodamientos.

El problema es que esas esferas no estaban hechas para resistir el desgaste asociado al pedaleo de una bicicleta y su esperanza de vida era muy limitada.

En 1870, dos artesanos dedicados a crear herramientas para talleres, William Bown y Joseph Hughes, patentaron los rodamientos lubricados dentro de una pista cerrada.

Esto sentó las bases de lo que hoy conocemos y pronto se convirtió en estándard en la industria de la bicicleta.

El alemán Friedrich Fischer puso la guinda en el pastel cuando en 1883 inventó una forma de crear rodamientos metálicos perfectamente redondos.

Desde entonces, el rodamiento fue adoptado por casi cualquier máquina con partes móviles como taladros, coches, barcos, monopatines, prensas, aviones, etc.

Hoy en día es muy sencillo tener rodamientos perfectamente esféricos pero la diferencia de rendimiento viene determinada por su dureza y resistencia al desgaste.

Hay muchos fabricantes que usan materiales frágiles que hacen que el sistema falle pronto y pierda calidad de uso.

Pero volvamos con Chris King:

En 1976, un joven Chris trabajaba para una compañía que suministraba herramientas y equipamiento médico a varios quirófanos de la zona.

Con el fin de desinfectar dichas herramientas tras cada operación, se sumergían completamente en una solución salina para lo cual no estaban preparadas.

Los rodamientos de sus partes giratorias no estaban completamente sellados por lo que fallaban muy a menudo y eran devueltos al taller para su reparación.

Como consecuencia, Chris tenía fácil acceso a un montón de rodamientos que por aquel entonces eran de la máxima calidad y a años luz de los que se usaban en cualquier bicicleta.

En la década de los 80, Campagnolo era el rey indiscutible en cuanto a piezas de dirección y la elección de la práctica totalidad del pelotón profesional asi como aquellos aficionados con fondos suficientes.

Aunque Campagnolo era mecánicamente exquisito, era muy complicado el extender su vida útil más allá de una temporada por una simple y llana razón: el material del que estaba fabricado no era lo suficientemente duro.

Por contra, Chris King consiguió lanzar al mercado piezas de una dureza extrema con los repuestos de herramientas quirúrgicas que tenía a su alcance. Materiales que nunca antes habían sido usados en una bicicleta.

El golpe de fortuna que catapultó a Chris King:

La historia decidió respaldar su buen hacer y a comienzos de los 80 unos locos empezaron a modificar bicicletas de paseo destinadas al desguace para ver quien era el más rápido descendiendo por las pistas forestales de Marin County, California.

Así es como los hasta entonces desconocidos Tom Ritchey y Gary Fisher (hoy pertenece a Trek) entre otros, lograron escribir su nombre en la historia dando origen al Mountain Bike.

Bujes Chris King

Si las piezas de Campagnolo en la década de los 80 apenas aguantaban una temporada en una bici de carretera, no quiero ni pensar en cómo se desintegrarían con el trato que recibían las recién nacidas MTB.

En cuanto se descubrió la durabilidad de las piezas fabricadas por Chris King… su fama se extendió como la pólvora y nació una leyenda.

Se traslada a Portland en 2003 buscando mano de obra más cualificada en su sector y al mismo tiempo esquivar los altos costes laborales que había por entonces en California.

En los primeros 15 años, el número de piezas para la dirección y bujes que Chris King puso en el mercado fue escaso pero su buen hacer pronto atrajo a muchos clientes que siendo un poco más insensibles al precio, buscaban la máxima calidad.

Hoy en día, encontrar su tienda en Portland es harto complicado.

Escondida en una calle secundaria, en lo que era una antigua fábrica tostadora de café, sin gastar un solo euro en publicidad y siendo fiel a un puñado de clientes que crece exclusivamente con el boca a boca.

No vende en masa y sus compradores son clientes muy fieles que buscan durabilidad, precisión y máxima calidad.

Mirando a su lista de precios, un buje Chris King de su más alta gama puede llegar a costar 578 dólares… ¡Y sus clientes se pelean por hacerse con ellos!

Chris King rodamientos

Su clave está en los rodamientos enpistados que permite a las diferentes piezas de la bicicleta girar libremente, con la mínima resistencia y ofreciendo una vida útil bastante superior a la competencia.

Hoy en día los puedes encontrar en los pedales, la pipa de dirección, bielas y ejes de tu flamante bicicleta pero uno de los primeros rodamientos que salió de la fábrica de Chris King fue para un taladro destinado a operar en el cráneo humano.

Entre 1976-80 también fabricaba bicicletas completas bajo la marca Cielo pero se dieron cuenta de que el diseño y producción de cuadros era un trabajo demasiado intensivo que les ocupaba casi todo su tiempo.

Decidieron centrarse en los componentes.

En 2008 la marca Cielo volvió a salir al mercado debido en gran parte al incremento de la demanda de los cuadros de acero. Una vuelta a los orígenes.

Se fabricaban a mano alrededor de 300 cuadros al año en una esquina de su taller en Portland. El precio del cuadro y la horquilla, sin ningún componente comenzaba en 1.700 dólares.

Y hablo en pasado porque desde agosto de 2017 han dejado de fabricar cuadros de nuevo. Un ejemplo de que no todas las compañías están interesadas en hacer crecer su cuenta de beneficios a cualquier coste.

Chris King Cielo

Todos sus trabajadores y clientes comparten el lema de la compañía:

Haz las cosas una sola vez pero haz que duren toda una vida.

No creen en la obsolescencia programada.

No buscan que su clientela compre el modelo básico, ahorre pacientemente su dinero para subir al siguiente nivel y luego seguir aspirando al siguiente peldaño en la escala de componentes.

Su catálogo no cambia cada año y el modelo que venden hoy en día es casi el mismo que Chris King empezó vendiendo a sus amigos más cercanos en 1976.

Muy concienciados con el medio ambiente, reciclan cerca del 90% de los desechos que generan y compran sus materias primas en empresas de la zona, localmente.

Siendo una empresa con tanta tradición te choca ver como guardan sus codiciadas piezas una vez fabricadas.

Chris King

(Cajas de huevos recicladas)

A pesar de fabricar piezas sometidas a gran desgaste y estrés, dan 10 años de garantía en muchos de sus componentes y 5 años en los ejes de pedalier que puede ser con facilidad la parte más maltratada de cualquier bicicleta.

Seguro que no es la mejor estrategia de marketing pero es una muy buena filosofía.

Pero solamente por una buena filosofía nadie se mudaría a Portland, ¿no?


Cito del libro de Rob:

«Entramos en la cafetería, los empleados estaban en su hora del almuerzo.

El panorama parece más un capítulo de «Ángeles del Infierno» que un grupo de ingenieros.

– Ah, sí, el «Efecto Portland». Cuanto más tiempo vives aquí más tatuajes tienes. 

El menú es sobresaliente para un restaurante de empresa: Huevos Benedict para desayunar, ensalada Caesar para la comida, etc.

No en vano, el chef responsable del catering trabajó en el hotel de lujo Four Seasons de Seattle.

– La comida es algo muy importante para Chris King, el dueño y la empresa. Dice el chef mientras pica una pechuga de pavo.

Y es que la comida es una parte estrechamente relacionada con el ciclismo. Cuando me paso todo el día encima de la bici, mi apetito se incrementa en todos los sentidos:

Es mucho mayor pero también disfruto en mayor medida cuando me siento a comer. La sensación de estar saciado cuando termino mi plato es a la vez más placentera.

Algo parecido me ocurre cuando me voy a dormir tras una larga sesión en la carretera. Una sensación de paz y plenitud espiritual sin parangón


Diane Chalmers, la vicepresidenta de Chris King explica que el motivo por el que decidieron mejorar la calidad de la comida ofrecida en su cantina es para incentivar que la gente vaya al trabajo en bicicleta.

La mayoría de las grandes empresas se quedan en lo más básico como puede ser proporcionar duchas a sus empleados, sitios adecuados para guardar las bicis, taquillas ventiladas, etc.

Chris King a parte de todo esto, promueve que haya más ciclistas y menos coches a través de la comida.

Si vas al trabajo en bicicleta, te dan unos créditos que puedes intercambiar por comida o bebida en la cantina.

Pero mejor aún, si vas todos los días de mayo o septiembre en bicicleta, te dan dos días libres de vacaciones pagadas por cada mes. Es decir que puedes ganar cuatro días extra en total.

De hecho, el 70% de los viajes al trabajo realizados por sus empleados se hacen sobre dos ruedas.

Para que te hagas una idea, solo en 2011 Chris King repartió 28.000 dólares en dinero para gastar en la cafetería y 230 días de vacaciones extra entre sus trabajadores.

¡Ahí es nada!

Tras hacer los cálculos… el año pasado yo habría conseguido 674 dólares por hacer algo que me gusta.

Los menús de la cafetería son de cinco estrellas, con opciones vegetarianas para el que guste y no cuestan más que 5 dólares.

Todos los empleados que trabajan al menos 30 horas semanales tienen seguro médico pagado por la empresa. Algo a tener  muy en cuenta en Estados Unidos donde la sanidad es privada.

Chris King rodamientos

La ciudad tampoco desmerece la oferta:

Portland tiene como objetivo el lograr que el 25% de todos los desplazamientos diarios se realicen en bicicleta.

Es conocida como la capital de la bicicleta en Estados Unidos, atrayendo a mucha gente que ama el ciclismo.

No en vano, Chris King se mudó allí desde California mientras que Slate Olson lo hizo pero desde San Francisco para fundar allí la marca de ropa ciclista Rapha.

Su alcalde ha declarado en varias ocasiones eso de que si les das seguridad a la gente, ellos sacarán sus bicicletas a la calle.

Las carreras de ciclocrós no dejan de crecer en número y popularidad en América (recomiendo The book of Cross del cuatro veces campeón de cross en Estados Unidos Jeremy Powers) por no hablar del culto a la figura del mensajero en bicicleta que existe en ese país.

Se dice que hay un evento para bicicletas en Portland cada 27 minutos.

Existen al menos 25 creadores de cuadros artesanales para bicicletas en la ciudad.

Alrededor del 50% de los niños en edad escolar van en bici a la escuela.

Para mí suena como un buen trato, mejor ir actualizando el LinkedIn.

En caso de que sus productos se salgan de tu rango de precios, como me pasa a mí, siempre podemos optar a su salero y pimentero de diseño:

Bujes chris king

Si quieres ver alguna foto del proceso de fabricación de las piezas de Chris King, te recomiendo que visites esta web.


Te dejo un enlace al libro de Robert Penn que me está gustando mucho más de lo esperado (no lo encontré en castellano):

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3 comentarios en «Por qué me quiero mudar a Portland y trabajar para Chris King.»

  1. Leí hace años el libro de Rob que mencionas en tu post y aunque ya no recuerdo mucho sí que me encantó.
    De lo mejor del libro es el apéndice final en donde el autor recomienda muchos otros libros sobre ciclismo que le han gustado.

    No me importaría un juego de salero y pimentero de esos de Chris King 🙂 regalo friki.

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