Supera el pánico a nadar en aguas abiertas.

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Nadar aguas abiertas

La historia se repite una y otra vez.

¿Te gustaría participar en un triatlón pero no te atreves o no te gusta nadar en aguas abiertas lejos de tu tranquilizadora piscina de aguas cristalinas?

Es muy fácil tenerle miedo a las salidas masivas, a perder el rumbo durante la natación, a las misteriosas criaturas marinas que nos aguardan en el agua para atacarnos en cuanto ponemos el pie en sus dominios

Cada uno tiene sus fobias y a todos nos parece que estamos cargados de razón.

Nadar en aguas abiertas no es fácil.

La mayoría de nosotros nos pasamos todo el año nadando en una relajante piscina azul con olor a cloro, siguiendo una eterna línea negra dibujada en el fondo, en un escenario acotado y cerrado en donde puedes controlar absolutamente todo lo que te rodea.

Por desgracia esto no tiene mucho que ver con lo que te encontrarás el día de la competición y en cuanto den la salida te darás de bruces con la cruda realidad.

Durante tu primera experiencia en aguas abiertas, si no lo has entrenado antes, las siguientes preguntas asaltarán tu mente como una avalancha:

¿Por qué están todos tan cerca mía?

– ¿Dónde está la línea del fondo? ¿Cómo me voy a orientar ahora?

– ¿Por qué no veo nada debajo del agua? ¡Si casi no puedo ver mis manos!

– ¿Qué es esa cosa que flota en el fondo? ¿Está viva?

 

Si dejas volar tu imaginación es muy probable que a los cinco minutos te encuentres nadando a braza y esperando que todos te adelanten para poder calmarte un poco y “empezar tu triatlón” (15 minutos más tarde que el resto).

¿Tantas horas en la piscina para esto?

Empieza desde YA a prepararte mentalmente para esta experiencia, he aquí unos consejos que espero te valgan de apoyo.

  • Aunque estés en aguas abiertas, no hay existen las criaturas asesinas ni los zombis acuáticos.

La película “Tiburón” ha hecho mucho daño.

Aunque puedas verlos, los peces están más asustados que tú preguntándose que será esa avalancha humana que chapotea salvajemente en el agua.

Hay cientos de triatletas a tu alrededor y ninguno es atacado por esa criatura malvada que tú tienes en tu cabeza, ¿Por qué ibas a ser tú el elegido?

 

nadar aguas abiertas
La película «Tiburon» de Steven Spielberg hace volar muchas mentes inquietas.

 

  • Elige y cuida mucho tu equipo.

Un par de gafas empañadas en la piscina son un pequeño contratiempo pero este mismo problema el día de tu triatlón puede convertirse en una auténtica pesadilla.

Revisa todo tu equipo para descubrir donde puede fallar.

Un neopreno demasiado ajustado te dificultará el movimiento de los brazos y a mitad de tu natación te encontrarás con los hombros cargados y agotado.

Un mono de triatlón que no se ajusta lo suficiente al cuerpo será un auténtico lastre arrastrando agua o haciéndote muy poco aerodinámico en la bicicleta. Te debe sentar como una segunda piel y como siempre hemos dicho, nunca estrenes nada el día de la prueba y póntelo para entrenar un par de veces.

 

CONSEJO: Mi experiencia me ha probado que todas las gafas se terminan empañando cuando se hacen viejas. La protección que llevan por dentro desaparece y dejan de ser efectivas. Mientras no se empañen, no las toques.

Cuando empiecen a fallar, puedes aplicar una gotita de lavavajillas (Fairy) en cada lente antes de usarlas, aclaras ligeramente en la piscina tratando de no eliminar la película que el lavavajillas ha formado y verás como se empañan mucho menos.

Sécate la cara antes de ponértelas y que no se te vaya la mano con el jabón o se formará espuma al contacto con el agua.

 

  • Piensa una estrategia a seguir antes de meterte en el agua.

Si es tu primer triatlón o no quieres agobiarte demasiado, te recomiendo empezar hacia el final del grupo y por el lado de fuera (el más alejado de las boyas que delimitan el circuito).

Perderás algo de tiempo pero lo ganarás en tranquilidad y evitando posibles ataques de pánico que te pueden arruinar el día.

Si nadas por la parte de fuera, trata de no perder de vista a los nadadores que van a tu lado y controla la distancia con las piraguas que tienes al otro lado de forma que no te abras demasiado.

Como vas nadando casi sin gente a tu alrededor es fácil abrirse demasiado y desviarte del rumbo que tenías pensado al principio.

Si vas controlando desde el principio evitarás ir haciendo zigzag.

 

No te limites a seguir a un solo nadador despreocupándote de los demás puntos de referencia. Esa persona a la que sigues puede estar más perdido que tú y desviarse del rumbo arrastrándote con él.

Sea como sea, mantén la calma en todo momento. Seguramente se te haga largo pero para eso has entrenado y sabes que, independientemente del tiempo que hagas, puedes y vas a salir del agua con todos los demás.

 

  • Mantén la calma mientras nadas en aguas abiertas.

Sobre todo en la salida y en los giros de boyas, te puedes sentir como si estuvieses en una lavadora.

Un puzle de piernas, brazos y otras cosas que no reconocerás te pasarán más cerca de lo que te habría gustado. Es una situación estresante pero se puede controlar perfectamente, no tienes que disfrutarla, solamente sobrellevarla.

Verás como todo se calma dos o tres minutos después.

Pase lo que pase, no te lo tomes a mal. Nadie quiere golpear a nadie y si empiezas a verlo como algo personal no harás otra cosa que estropear tu triatlón nada mas haberlo empezado.

 

Evita el ojo por ojo y diente por diente…

 

Nadar en aguas abiertas
Relájate y hasta aprenderás a disfrutarlo.

 

  • Inspira tranquilo pero ante todo no te olvides de expirar.

Es el error más clásico y extendido que conozco, tanto en aguas abiertas como en la piscina.

Mucha gente achaca estos ataques de pánico a la dificultad para tomar aire cuando están en el agua pero en la mayoría de los casos es justo lo contrario.

Aspiran mucho más de lo que deberían y se olvidan de expulsarlo correctamente.

Esto produce lo que se conoce como hiperventilación que es tomar más oxígeno del que nuestro organismo necesita causando que nuestro ritmo cardíaco se acelere y una leve sensación de mareo.

¿Recuerdas esas escenas en las películas cuando alguien se coloca una bolsa de papel en la boca y respira/expira dentro de ella?

Eso se hace para eliminar ese exceso de oxígeno en nuestro cuerpo aunque obviamente es un tanto complicado de llevar a cabo en el agua.

Pero apliquemos el mismo principio. No te tumbes boca arriba y empieza a nadar a braza si es necesario.

Céntrate en tomar una bocanada de aire normal (no aspires tanto aire como puedas y trata de tomar el mismo aire que tomarías estando en tierra), mete tu cabeza dentro del agua liberando el aire en forma de burbujas a un ritmo constante.

Asegúrate de que has soltado todo el aire que tienes en tus pulmones antes de girarte a buscar más.

Escucha el sonido de tu respiración y busca un patrón para hacerlo constante, conviértelo en un sonido repetitivo y tranquilizador que lleve tu mente lejos de lo que estaba causando tu pánico anteriormente.

Te aseguro que aunque no seas un buen nadador, si eres capaz de entrar en ese estado de calma y relajación, podrás disfrutar de este primer sector y terminarlo con dignidad y orgullo.

 

  • Prepara tu salida del agua.

Ya casi has llegado al final, puedes estar orgulloso de ti mismo. No lo arruines con una mala salida.

Algunos dicen que es bueno acelerar la patada en los metros finales de la natación para acelerar tu ritmo cardiaco y estimular la circulación de la sangre por las piernas de nuevo, aunque si te soy sincero yo nunca he notado ninguna diferencia al aplicar esta técnica.

Ten en cuenta que es normal el sentirse un tanto mareado al pasar de una posición horizontal a una vertical rápidamente (en esta entrada puedes leer las razones) así que estate preparado y no quieras salir esprintando del agua. Si el mar estaba algo revuelto, la sensación de mareo puede ser mucho mayor.

Consejo: Mide bien las distancias e intenta llegar al final nadando como empezaste. No hay ningún inconveniente en nadar a braza pero si tu objetivo era nadar a crol todo el trayecto sin descansar, cambia a crol unos metros antes de la rampa de salida. No es por lo que pensarán los demás al verte (ten siempre claro durante toda la prueba que NADIE te está juzgando en absoluto) pero ese último esfuerzo te valdrá de apoyo moral para entrar en la zona de transición apretando el puño porque has sabido sufrir y ya has superado la parte más complicada de tu triatlón.

¡Enhorabuena!

 

  • ¿Has tenido algún momento de pánico en tus primeros triatlones?
  • ¿Tienes algún truco que te ayude a supercar el miedo a las aguas abiertas?
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3 comentarios en «Supera el pánico a nadar en aguas abiertas.»

  1. Yo lo paso muy mal en las salidas. En mi único triatlon me coloqué al principio de todo y me agobié mucho cuando todos eran más rápidos que yo. No me golpearon pero me desmoralizó para el resto de la prueba.
    Quiero apuntarme en otra competición pero me da miedo.

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  2. Vegano, apúntate a otro triatlón sin miedo y haz esto:

    En la salida te colocas bien a un lado, por el exterior de la primera boya/giro.
    Cuando den la salida dejas que se lancen todos y tú sales unos 10-20 segundos después, con los últimos.
    Nada siempre por el exterior si te agobias cuando te siguen o te tocan los pies.

    Con suerte hasta empezarás a pasar gente y eso anima a cualquiera.
    Verás como aunque haces unos pocos metros más no hay agobios y disfrutas de toda la natación.

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