La zona de confort es un hermoso lugar pero nada crece allí.
Esta crónica es un tanto especial.
Lo es porque se sale de nuestro habitual y controlado mundo de carreteras asfaltadas, geometrías que luchan contra el viento, manillares de triatleta y ruedas de perfil con las que luchamos para que entren hasta 8 bares de presión.
Se suele decir que hay que reemplazar el miedo a lo desconocido por la curiosidad y esto es en parte lo que ha conseguido en mí este relato.
En este tipo de pruebas, el entrenar y estar fuerte ya no es sinónimo de éxito y hay que adaptarse a las condiciones de carrera que pueden ir desde cruzar pequeños rios, barro, paredes verticales, terreno irregular, piedras, raíces, descensos de locura, etc…
Por supuesto, cualquier prueba Xterra se pone todavía más divertido si la lluvia hace acto de presencia.
Hay que saber guiar la bicicleta y no solamente tirar de ella.
Os dejo en seguida con la crónica de Francico Palacios esperando que despierte un escondido interés para los novatos en las pistas off-road. Como ha ocurrido en mí.
Xterra Suiza 2017 (24 de junio) – Vallée de Joux:
El pasado sábado 24 de junio participé en la octava edición del triatlón Cross Xterra de Suiza que tiene lugar en el Vallée de Joux, que es la zona del Jura en Vaud justo al norte de Lausana.
Los circuitos Xterra tienen fama de tener alguno o varios factores extremos (e.g. terreno técnico, elevación o condiciones climáticas).
Yo hice el circuito clásico: 1.5km – 26km – 10km, pero también hay sprint y relevos.
Ha sido mi primer triatlón, me robaron la MTB un par de semanas antes, aun así la experiencia fue de diez.
Curioso como evolucionó la información del evento a medida que se acercaba el día.
La web lo definía como un circuito asequible para todos los niveles y con un nivel técnico moderado.
También apuntaba poco desnivel. En concreto hablaba de 200m de desnivel positivo por vuelta en bici y 100m de desnivel positivo por vuelta en la carrera que hacían un total de 600m de desnivel positivo acumulado en un circuito con un terreno sin sobre saltos. Hasta ahí bien.
El día antes la organización manda un pdf con toda la información de utilidad, un gran detalle. Observo que el papel dice que el desnivel de la bici son 400m y no 200m, por tanto, tratándose de 2 vueltas nos ponemos en 1,000m de acumulación positiva total.
Inesperado pero todavía dentro de lo aceptable. Mi reloj tiende a exagerar el desnivel apuntando al final de la carrera 3,000m. Aunque dudo que fuera ese el desnivel real estoy seguro que se aproxima más a mi reloj que al pdf …
La carrera era a las 2pm, un rato antes el cielo está encapotado cosa que todo el mundo agradece por las altas temperaturas.
Nos dan el briefing por megafonía, neopreno opcional, todo el mundo lo lleva menos el grupo de elite.
Todo listo, ahora toca lo más importante, ir a saludar al campeón del mundo, Rubén Ruzafa, malagueño, amable, sereno, concentrado. Esta temporada se ha llevado los 5 Xterra hasta la fecha y hoy aspira al sexto.
Charlamos un poco y nos deseamos suerte. Cómo mola.
Llega la hora, a las 2pm salen elite hombres, a los dos minutos elite mujeres y a los dos minutos todos los demás. Les vemos salir, una gozada verlo en directo, cada uno a su estilo, los hay que apuran corriendo con las rodillas en alto, delfines o los que nadan desde el principio.
Una vez sale toda la elite observo la horda aficionada corriendo agónicamente a la línea de salida para posicionarse. Primer golpe de nervios al ver eso, pulsaciones a 100.
Hago un cálculo de la filas y me pongo algo por detrás de la mitad del grupo, en una zona en la que ya se empieza a ver gente que se la ha marcado bastante más que yo metiéndose en este berenjenal.
Salida!
Con el subidón se me pira y empiezo a nadar a todo lo que doy como si de una prueba de 100m se tratase.
A los 5 minutos me doy cuenta de que no tengo aire y estoy cansado y bastante agobiado con tanto personal zambullendo.
Me viene a la mente un post, video o artículo que decía, nadar no tiene nada que ver con el sector de bici o correr en la competición, nadar es yoga, cuerpo relajado y concentración en la respiración.
Toda la razón, me relajo y me doy cuenta del nivel de agarrotamiento que estaba gastando y poco a poco empiezo a hacer un crol suave y constante a medida que voy retomando una respiración calmada y regular.
El recorrido es un rombo, siendo la playa el vértice de abajo y tres boyas en los otros vértices.
Limo metros en la primera boya al cerrarme mientras me liman vivo a palos todos los que deciden hacer lo mismo.
Camino de la segunda boya me pregunto, ¿ahora qué?
Me viene a la cabeza el clásico “búscate unos buenos pies” eso es de este blog creo. Voy encontrando buenos pares pero al final con la historia del neopreno y la flotabilidad llevo un buen ritmo y se me van quedando cortos así que sigo buscando el par perfecto.
Al pasar la tercera boya encuentro mi sitio siguiendo a un pequeño grupo de nadadores y tengo bastante espacio para nadar cómodo asi que decido no calentarme y seguirles hasta el final.
Salida del agua.
En general la gente no corre demasiado, decido empezar a posicionarme cual autentico Mitch Buchannon corriendo a saltos por el agua.
Aquí un inciso para cualquier lector que no sepa quién es Mitch, simplemente para decirle que no merece nadar, tal vez vivir tampoco.
Empiezo a correr hacia la orilla y observo que la cabeza se me va, ahora entiendo el paso tranquilo a la salida del agua..
Llegada a la transición, liada quitarse el pulpo de encima pero al final sale.
Bebo agua del bidón que congelé ayer, eso lo he aprendido en este blog (concretamente aquí y aquí) y en la bici llevo otro más, también a punto.
No tengo para llevar segundo bidón dado que la bici no es mía y aunque sé que lo lamentaré, nada puedo hacer por evitarlo.
No puse al final geles con cinta aislante pegados a la bici porque lo vi en un video y me pareció una chapuza que no saldría bien en una MTB, cagada, me habría dado la vida y el personal llevaba verdaderos abanicos de geles.
Se os va a picar el diente pensaba yo muy pero que muy envidioso.
Confié en los puesto de avituallamiento donde al final no di con nada que no fuera agua, pero bueno, suficiente para seguir.
Corriendo con la bici y sabiendo claramente que hasta que no pase la línea no me puedo montar.
Cuando voy a llegar a la línea aparece mi mujer, que grita a todo lo que da:
“No te subas todavía, sigue corriendo que se está cayendo todo el mundo en la rampa, Rubén se ha montado mucho más adelante”
Me lo dice gesticulando con tanta claridad y gritando tan fuerte que los dos que tenía a los lados lo entendieron incluso en español y también siguieron el consejo.
Ya en la bici unos primeros minutos en asfalto seguidos por una vereda nos mete por pasto de vacas con ciertos desniveles ascendentes.
Se agradece chupar rueda de algún ágil porque no sabes lo que te vas a encontrar y el ritmo no es el típico de seguridad que sabes que si hay imprevistos no dolerá demasiado.
Regalado por las colinas surge una subida corta muy empinada pero la gente la aguanta, allá donde fueres…
Si voy solo de paseo me bajo seguro.
En general en subida y llano recupero posiciones cuando hay bajada me pasan.
Qué buena, la gente te grita el lado por el que te van a rebasar para que estés pendiente. Bastante bien pensado.
Al rato otra subida muy fea, con raíces y piedras, algunos se bajan, me la juego, correcto.
Un poco de bosque, flipante, frondoso, zigzagueando y a toda pastilla, alguna piedra redonda para saltar un poco, no me la juego que no conozco la bici, de repente orilla del lago un rato, playas geniales, gente tirada con la birra y los pies en el agua, te envidio en esta vuelta, en la segunda te odio.
De repente una subida estrecha y muy larga, como una “M” gigante tumbada grabada en la montaña.
Mucha gente se baja en el primer palo de la M, aguanto e incluso aviso del lado por el que voy a pasar, centésimas de gloria cuando estas en el fango.
Segundo palo de la M, me piden paso una voz familiar, Rubén, pedalada fuerte y constante, venga vamos Fran! Te imaginas que me lo dice?
Va muy concentrado y a tope, le digo bajito: «Venga Rubén campeón, vamos!»
Subidón estar en una carrera, que te pase Rubén y poder seguir sus huellas unos segundos, aunque te estén doblando.
Me empiezan a doler las lumbares, ese detalle y el tiempo que le lleva a Rubén alejarse de mi me confirma que efectivamente estamos en mitad de la subida del demonio.
En el tercer palo de la M desmonto al entrar dado que la curva es cerradísima y con tanta gente empujando bici se masca la tragedia. Bueno sí, y que además estoy reventado. Aun así empujo la bici andando rápido e incluso a trote pese al desgaste de las piernas, pero es lo que toca, si no puedes pedalear al menos ve rápido empujándola.
Último palo de la M y me monto, me lo subo pedaleando y cuando llego arriba tengo un dolor en la espalda que casi no puedo pedalear.
Por un momento pienso… hasta aquí listillo.
Me recupero en el llano pero listo de agua y sin geles me convierto en «Boca_seca_man» y empiezo a dudar del disfrute de la prueba.
Perfil del sector de MTB (dos vueltas de 13kms)
Para echarle más leña al fuego, entramos en un descenso donde la bici va a mil y donde me alegro de no ser un pro que tiene que ganar y jugársela. Me paso un pelotón de elite en el descenso como una exhalación y observo que sus ruedas apenas tocan el suelo, da igual piedras que raíces, van flotando.
Me pasa una chica que va genial y le sigo un rato, cuando me estoy gustando y empezando a chupar rueda de cerca veo que se baja de la bici por la cara, mi momento de pasarla pero la tipa se ve muy pro.
Me bajo sin saber bien el porqué y me encuentro una bajada horrible y mucha gente andando con las bicis como cuando te sorprende una pala negra en la nieve que está llena de gente acojonada.
Empujo la bici para no matarme pero igualmente una pesadilla a pie.
Un rato más y veo un cartel de la organización de Xterra que dice «Peligro». Vale, si ahora avisáis es que aquí por lo menos hay alguien que te pega cañonazos como en humor amarillo, pero con piedras.
Efectivamente, otra bajada como la anterior pero llenita de peñascos en pico deseando de trinchar carne fresca, que locura.
«Boca_seca_man», asustado y reventado entra en la segunda vuelta que resulta más fácil al conocerla ya.
Entro en la segunda transición.
Empiezo a correr y a los 200m me explotan las piernas, hago un gesto de parar y estirar el cuádriceps y noto como se me montan mil cosas así que desisto y continúo corriendo como una tortuga, calorazo.
Miro pulsaciones y las veo relativamente bajas para mis sensaciones, de repente caigo en que lo de las piernas es una cosa temporal que se pasa transcurridos unos minutos cuando recuerdo sesiones de entrenar algún brick (run of the bike).
Sabiendo que los calambres es cuestión de tiempo y que de pulso tengo carrete me animo mucho, me concentro en la posición y en la respiración y empiezo a darle poco a poco sin mirar a más de 15 metros por delante.
El sol pega muy fuerte y las pisadas queman un poco, empiezan los repechos y flipo en colores cuando de repechos pasamos a paredes.
Me recuerda a una Spartan que hice en Alemania, la gente va andando y muy lento.
Me vengo arriba, me gusta trepar subidas, me vienen a la cabeza los locos de los maratones de Barkley y el propio Kilian Jornet y me animo a pasar a gente a paso rápido y trote ligero ayudándome de los árboles y llegado el caso a cuatro patas trepando piedras en algunos tramos.
Continúo y llega la segunda vuelta que nos mete de nuevo en el curso, veo la flecha de meta para los que han hecho ya dos vueltas y la miro con deseo, quien te cogiera.
Perfil del sector de carrera (2 vueltas de 5kms)
En la segunda vuelta me centro en la respiración y en no mirar más allá.
El calor y las figuras ágiles y largas de los triatletas que parecen incombustibles me amedrentan, me desconcierto y me empiezo a fatigar así que me centro en mi regla de los 15 metros y respiración mientras voy adelantando gente.
Alguna estampa se deja ver de gente en el suelo medio molida, de rodillas, etc. e incluso algún fenómeno de los que ves que no vas a pillar en la vida y de repente peta.
Los descensos son horribles dado el estado de las piernas pero ya queda poco.
Llega la recta final de este Xterra y me vengo muy arriba, hasta me pico un poco con el típico esbelto y largo y entramos a sprint por la meta, me gana…
Ya soy oficialmente un triatleta, y de cross!
Y el gusti-miedo de lo desconocido, como era de esperar, me ha picado fuerte. Poco después hice otro en el pantano de San Juan, una gozada…
¡¡ENHORABUENA!!
Quiero dar una más que merecida enhorabuena a Fran por su gran debut!
La primera prueba nunca es sencilla, hay muchos golpes en el agua, te sientes dentro de una lavadora en cada giro de boya, siempre te falta algo en la transición, a mitad de la carrera te quieres morir, etc…
Pero debutar en un Xterra son palabras mayores.
Me ha encantado publicar esta crónica ya que el MTB no es un «arte» que yo domine y escribiendo y releyendo estas líneas se me han despertado nuevas curiosidades, posibles nuevos retos.
Por ello debo agradecer a Francisco que se pusiera en contacto conmigo para hacer esta entrada posible y pasar un buen rato leyendo y respondiendo sus emails.
Esperamos volver a verlo pronto por este blog con otra interesante crónica.
Cosas que he aprendido preparando este artículo…
- El Xterra nació en Hawaii (Maui) hace ya 21 años para tratar de ver quien eran los más duros: ciclistas de montaña o triatletas.
- No puedo parar de leer sobre los Maratones de Barkley.
- Del email de un (hasta entonces) desconocido pueden salir grandes crónicas.
Muchas gracias Diego!
Sobre los locos de Barkley muy recomendable el reportaje que tienen en Netflix.
Además de sufrirlo no me sorprendería que alguno se haya cruzado en los tramos nocturnos con la bruja de The Blair Witch Project, qué miedazo :)
Gracias Fran por el aporte, no sabía que tenían un documental.
Solamente mirar los números ya asusta más que la bruja de Blair:
– 33 ediciones en las que en 18 no pudo terminar ninguno de los participantes.
– 160kms con 16.500m de desnivel.
– Los participantes se encontrarán con 9 libros en el recorrido de los que tendrán que arrancar una hoja para demostrar que pasaron por ahí.
– Son cinco vueltas con un tiempo de corte de 12h por vuelta.
Y nos quejamos del Ironman!!
Gran aportación 😉
Muy buen relato, me ha entretenido mucho leerlo y me ha recordado mucho mi primer Xterra.
Son muy diferentes a cualquier otro triatlón con bici de carretera, tienen un aura especial. Tengo ganas de hacer otro pero la verdad es que sufro bastante en el sector de MTB.
Lo de los locos de Barkley no tiene ni nombre…
Gracias!
Gracias Mar ! Es verdad que se sufre en la MTB pero tambien es la parte mas disfrutable y lo compensa. Abrazo!
Lo que más me gusta de los Xterra es ese aire de exclusividad que tienen.
Es bastante común en estos tiempos conocer a gente que hace triatlón pero un Xterra sigue siendo algo desconocido. Eso me gusta.
Cierto! Y eso que tenemos a Ruben de Embajador que si no a muchos ni le sonaria. Ademas gracias a Ruben tenemos el Xterra Rincon de la Victoria en Malaga, que estoy deseando de hacer por cierto.
Abrazo!
Pues este año (mayo) en el Xterra Rincon de la Victoria hicieron 2×1 en inscripciones. Es decir, que te apuntas con un amigo y cada uno paga la mitad.
Un chollo.